La violencia contra la mujer no puede ser tolerada, en ninguna forma, en ningún contexto, en ninguna circunstancia, por ningún dirigente político ni por ningún gobierno.
SECRETARIO GENERAL DE LA ONU BAN KI-MOON
Continuando con las colaboraciones de plumas comprometidas en sus países, por la situación política por la que atraviesan, les ofrezco esta de denuncia que escribe y firma Susana Baz
Susana Baz- Argentina/Salta.
Laura Vaamonde, es una sindicalista venezolana, es concretamente la secretaria ejecutiva del Sindicato de Hospitales y Clínicas, quién, en la noche del pasado martes 25 de mayo, fuera brutalmente detenida por pedir la cancelación de compromisos contractuales y denunciar el mal estado de la Maternidad Concepción Palacios de Venezuela.La Declaración de los Derechos Humanos, en su art. 23, inciso 1 nos dice que: "Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo..." y en su inciso 4 nos habla que: "Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses...".El reclamo de Vaamonde está sin duda encuadrado en dicho artículo, puesto que en representación de todos los trabajadores de dicho sindicato, ella reclamaba, entre otras cosas el mal estado de su lugar de trabajo.Por su parte, La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su Declaración sobre los principios y derechos fundamentales del trabajador señala que:"El derecho de organizar libremente sus propias actividades significa que las organizaciones de trabajadores y de empleadores tienen el derecho de determinar en forma independiente cuál es la mejor manera de promover y defender sus intereses laborales".Tal que sindicalista, Vaamonde consideró que estaba encuadrada en dicha declaración al reclamar públicamente los derechos que creía no estaban siendo respetados por el estado nacional venezolano.En el mismo sentido, el art. 10 de la Carta Democrática Interamericana de la OEA, aprobada el 11 de setiembre de 2001, sostiene que: "La promoción y el fortalecimiento de la democracia requieren el ejercicio pleno y eficaz de los derechos de los trabajadores y la aplicación de normas laborales básicas, tal como están consagradas en la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo y su Seguimiento, adoptada en 1998, así como en otras convenciones básicas afines de la OIT. La democracia se fortalece con el mejoramiento de las condiciones laborales y la calidad de vida de los trabajadores del Hemisferio".El accionar de las fuerzas de policía para detener solo a una mujer, es sin duda completamente repudiable, puesto que demuestra la incapacidad e incompetencia, además de la ignorancia que poseen estas fuerzas para resolver problemas sociales. Y dejan claro que actúan según el mandato de sus amos.Para concluir con este articulado internacional, el art 15 de LA DECLARACIÓN DE DERECHOS DE LAS MUJERES, indica que: "La masa de las mujeres, agrupada con la de los hombres para la contribución, tiene el derecho de pedir cuentas de su administración a todo agente público".Cabe mencionar que los brutales sucesos del aquel martes, expuestos en imágenes, no hacen mas que convalidar la existencia de un estado irrespetuoso de dichas leyes, acuerdos y reglamentos, lo que nos lleva a pensar en la existencia de un estado de orden con mandato absolutista, lo que no seria otra cosa que un retroceso histórico y ofensivo de las luchas que por 200 años dieron hombres y mujeres es pos de lograr cierta equidad en el trato en diferentes espacios de orden social (político, económico, judicial, de la salud, laboral... etc.)Solo en los viejos estados absolutistas el rey posee un poder superior a cualquier individuo, solo en los estados absolutistas el rey unifica todas las funciones del poder político y no admite límite ni contrapeso ni crítica. Y como cabía esperar esos reinos ya no existen. Los restos están presentes por las tiranías, que como todo el mundo conoce, no son precisamente monárquicas, sino las que presenta “la engañosa” nueva izquierda.Pero en pleno siglo XXI, el mundo vive bajo la creencia de la existencia de Estados de derecho, Estados que contienen en sus propias constituciones la existencia de poderes independientes, cuyo único fin es el control democrático del buen funcionamiento de las instituciones de esos Estados.200 años de luchas parecen disiparse, desconocerse y hasta avasallarse en Venezuela, reconociéndose en este tipo de actos como un estado absoluto y no de derecho.El nombrar tantas declaraciones internacionales y mundiales, solo tiene un objetivo, recordarle al gobierno venezolano que existe una Carta Democrática Interamericana, a la que dicho estado se adhiere. Donde se sostiene que... "La promoción y el fortalecimiento de la democracia requieren el ejercicio pleno y eficaz de los derechos de los trabajadores...", que es lo que justamente la Señora Vaamonde realizaba; ella estaba haciendo ejercicio pleno de la democracia misma, pero la respuesta desmesurada de las fuerzas de seguridad, fue la pérdida de toda garantía de libre expresión, del derecho a pedir por lo que todos los trabajadores al rededor del mundo poseen, pero que no se aplica en Venezuela. Un estado que, impotente ante las reclamaciones las combate con la fuerza de la violencia extrema, sin importarle acuerdos ni leyes universales.
En la Venezuela bolibariana, no hay mas ley que la que dicta el capricho de Hugo Chávez.Este es el panorama actual en el cual deben desempeñarse los empleados de la Maternidad Concepción Palacios de Venezuela. Así es como el gobierno escucha las reclamaciones coherentes de sus trabajadores, este es el ejemplo de los nuevos sistemas dictatoriales que no comprenden o no desean someterse a derecho alguno. Es además el ejemplo, de como una nación puede actuar fuera del alcance de las organizaciones internacionales que promueven tantas leyes, pero que son incapaces de hacerlas cumplir a todos por igual.
SECRETARIO GENERAL DE LA ONU BAN KI-MOON
Continuando con las colaboraciones de plumas comprometidas en sus países, por la situación política por la que atraviesan, les ofrezco esta de denuncia que escribe y firma Susana Baz
Susana Baz- Argentina/Salta.
Laura Vaamonde, es una sindicalista venezolana, es concretamente la secretaria ejecutiva del Sindicato de Hospitales y Clínicas, quién, en la noche del pasado martes 25 de mayo, fuera brutalmente detenida por pedir la cancelación de compromisos contractuales y denunciar el mal estado de la Maternidad Concepción Palacios de Venezuela.La Declaración de los Derechos Humanos, en su art. 23, inciso 1 nos dice que: "Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo..." y en su inciso 4 nos habla que: "Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses...".El reclamo de Vaamonde está sin duda encuadrado en dicho artículo, puesto que en representación de todos los trabajadores de dicho sindicato, ella reclamaba, entre otras cosas el mal estado de su lugar de trabajo.Por su parte, La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su Declaración sobre los principios y derechos fundamentales del trabajador señala que:"El derecho de organizar libremente sus propias actividades significa que las organizaciones de trabajadores y de empleadores tienen el derecho de determinar en forma independiente cuál es la mejor manera de promover y defender sus intereses laborales".Tal que sindicalista, Vaamonde consideró que estaba encuadrada en dicha declaración al reclamar públicamente los derechos que creía no estaban siendo respetados por el estado nacional venezolano.En el mismo sentido, el art. 10 de la Carta Democrática Interamericana de la OEA, aprobada el 11 de setiembre de 2001, sostiene que: "La promoción y el fortalecimiento de la democracia requieren el ejercicio pleno y eficaz de los derechos de los trabajadores y la aplicación de normas laborales básicas, tal como están consagradas en la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo y su Seguimiento, adoptada en 1998, así como en otras convenciones básicas afines de la OIT. La democracia se fortalece con el mejoramiento de las condiciones laborales y la calidad de vida de los trabajadores del Hemisferio".El accionar de las fuerzas de policía para detener solo a una mujer, es sin duda completamente repudiable, puesto que demuestra la incapacidad e incompetencia, además de la ignorancia que poseen estas fuerzas para resolver problemas sociales. Y dejan claro que actúan según el mandato de sus amos.Para concluir con este articulado internacional, el art 15 de LA DECLARACIÓN DE DERECHOS DE LAS MUJERES, indica que: "La masa de las mujeres, agrupada con la de los hombres para la contribución, tiene el derecho de pedir cuentas de su administración a todo agente público".Cabe mencionar que los brutales sucesos del aquel martes, expuestos en imágenes, no hacen mas que convalidar la existencia de un estado irrespetuoso de dichas leyes, acuerdos y reglamentos, lo que nos lleva a pensar en la existencia de un estado de orden con mandato absolutista, lo que no seria otra cosa que un retroceso histórico y ofensivo de las luchas que por 200 años dieron hombres y mujeres es pos de lograr cierta equidad en el trato en diferentes espacios de orden social (político, económico, judicial, de la salud, laboral... etc.)Solo en los viejos estados absolutistas el rey posee un poder superior a cualquier individuo, solo en los estados absolutistas el rey unifica todas las funciones del poder político y no admite límite ni contrapeso ni crítica. Y como cabía esperar esos reinos ya no existen. Los restos están presentes por las tiranías, que como todo el mundo conoce, no son precisamente monárquicas, sino las que presenta “la engañosa” nueva izquierda.Pero en pleno siglo XXI, el mundo vive bajo la creencia de la existencia de Estados de derecho, Estados que contienen en sus propias constituciones la existencia de poderes independientes, cuyo único fin es el control democrático del buen funcionamiento de las instituciones de esos Estados.200 años de luchas parecen disiparse, desconocerse y hasta avasallarse en Venezuela, reconociéndose en este tipo de actos como un estado absoluto y no de derecho.El nombrar tantas declaraciones internacionales y mundiales, solo tiene un objetivo, recordarle al gobierno venezolano que existe una Carta Democrática Interamericana, a la que dicho estado se adhiere. Donde se sostiene que... "La promoción y el fortalecimiento de la democracia requieren el ejercicio pleno y eficaz de los derechos de los trabajadores...", que es lo que justamente la Señora Vaamonde realizaba; ella estaba haciendo ejercicio pleno de la democracia misma, pero la respuesta desmesurada de las fuerzas de seguridad, fue la pérdida de toda garantía de libre expresión, del derecho a pedir por lo que todos los trabajadores al rededor del mundo poseen, pero que no se aplica en Venezuela. Un estado que, impotente ante las reclamaciones las combate con la fuerza de la violencia extrema, sin importarle acuerdos ni leyes universales.
En la Venezuela bolibariana, no hay mas ley que la que dicta el capricho de Hugo Chávez.Este es el panorama actual en el cual deben desempeñarse los empleados de la Maternidad Concepción Palacios de Venezuela. Así es como el gobierno escucha las reclamaciones coherentes de sus trabajadores, este es el ejemplo de los nuevos sistemas dictatoriales que no comprenden o no desean someterse a derecho alguno. Es además el ejemplo, de como una nación puede actuar fuera del alcance de las organizaciones internacionales que promueven tantas leyes, pero que son incapaces de hacerlas cumplir a todos por igual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario