Esta Tarde me he encontrado en el ordenata, un correo de un colega americano que quiere que le aclare porque cuando escribo sobre el VOTO, siempre le coloco un apellido, y nunca el mismo, dice que utilizo hasta tres diferentes, y hecho “el recuento, la formula y la velocidad”, me doy cuenta que tiene toda la razón. Le prometo que es un acto intuitivo y no previamente estudiado. Efectivamente amigo Alex, siempre nos referimos al voto, como: “útil”, “interesado” o “cautivo”, acepciones que todos tenemos claro, pero como muy bien me indica el compañero, yo los distingo por : “cautivo”, “comprometido” e “interesado (o de compañero de viaje)”.
Con mucho gusto explicare el sentido de mis adjetivaciones.
Vayamos al principio, a la intención de voto es lo que uno piensa que hará, en el momento que lleguen las votaciones.
El voto intencionado, es el del que domina el sistema de las votaciones y después de un supuesto estudio de posibilidades, hace sus cálculos para que el resultado final beneficie al partido que le interesa. Una solución de problema democrático interesado. Restar posibilidades a unos para de rebote, le favorezca al del amigo. Les aseguro que hay auténticos expertos en la materia. Mas con la ley D´Hont que se aplica aquí, no resulta fácil. Como será la cosa que hasta han creado un programa de ordenador para sacar todas las posibilidades. ¡Unos monstruos, los tíos!.
Teniendo presente que en España, cuando era tal y ahora con las Autonosuyas, entre Pinto y Valdemoro, hemos estado una “jarta” de tiempo sin votar, y democráticamente, un par de estaciones más allá.
Ello, nos lleva a que la gente no está muy puesta en lo de ir a las urnas y menos ha saber cual es su voto útil, y hacerlo valer a favor de sus intereses.
Aquí, el sociata de toda la vida, pues es eso, para toda la vida y aunque el cabeza de cartel sea Islero (el toro que mato a Manolete) le votara siempre, aunque en casa, lo ponga de “chupa de domine”. Ese es el voto que yo llamo comprometido.
Lo mismo sirve para el partido de centro derecha, que para los de izquierdas, para los nacionalistas, para los separatistas, y para los que juegan de extremo izquierda.
Esas personas, normalmente de cierta edad, antes se dejan matar que cambiar su voto. La explicación que te dan es que ya su padre votaba igual. No cabe raciocinio en contra.
En el grupo hay que inscribir a los “progres y contestatarios”, votaran siempre igual, en contra de corriente, hasta que les llega la edad del conservadurismo, a partir de ahí, las cosas cambian. Han pasado de los 35 años, ya tienen puesto de trabajo y están dispuestos a formar una familia. Llegado ese momento, donde dije digo, digo Diego.
Están todos los funcionarios, empleados públicos, asesores, asesores de los asesores, amigos/as con derecho a roce, y otros beneficioarios de prebendas y favores.
Todos ellos mas sus familias engrosan el grupo de los del voto cautivo al que resultaría mas didáctico llamarle prisionero.
Termino con el indeciso hipotecado, ese es el de aquellos que han pedido una dádiva y están pendientes de que se la concedan a o no. Si su petición es denegada, siempre votaran en contra de los que se la negaron. Si el favor se ha llevado a la práctica, votaran a favor, aunque el cabeza de cartel sea el más inútil del universo.
Quedan los compañeros de viaje, los por creencia, o por comida de tarro, están convencidos que su partido es el de dios. Y de cuya sinergía se aprovechan los listos. Ley de vida.
SOBRE EL POTRO
Es mucho Potro, y con un geniecito, mas bien regular, pecando en muy cortito. El Presidente del vecino país, por el noreste. Se las trae. El mismo que manda poner un escalón de madera en las tribunas y ante los atriles, para parecer mas alto. Cuando le vienen mal dadas, se crece.
D Nicolás, me parece que es de losa seres humanos extraordinarios que no se asustan ni delante de su señora. Habría que preguntárselo a Dª Carla, pero por lo que se ve en sus apariciones institucionales, parece que los tiene bien puestos.
Hace mas o menos un año, la población de ascendencia árabe, que es la mas conflictiva de Francia, le montó un par de buenas movidas, en las que no falto de nada, ni barricadas, ni incendios, ni cargas contra la gendarmería. Muy completito.
Sarkosy, no descompuso el gesto, apretó las mandíbulas y aseguro. “ya parareis”. Mientras tanto se limito a que los de la Suritee, dejaran claro que aquello era un país civilizado y que bromas, las justas. El tema se saldo, con unos cuantos cientos de coches quemados, unos cientos de francesitos de procedencia magrebí, escalabrados y otros tantos, con procesos distintos abiertos en los juzgados de lo penal, que no son ninguna hermanita de la caridad.
El Presidente, tiene buena memoria y ahora, que las aguas han vuelto a su curso normal, es el que ha escogido para darles el apretón de tuercas, y pasarles la factura de los desmanes del año pasado.
D Nicolas Sarkosy, les recuerda a sus paisanos por decreto que los inmigrantes e hijos de esas familias han de firmar un contrato para permanecer en territorio francés. En el que se endurecen las condiciones para la reagrupación familiar.
Se prohíben los signos externos en público, tales como el burca y el pañuelo. Los que se deben adaptar a los usos y costumbres culturales del país, son los que vienen de fuera.
M. Sarkosy, termina su informe diciendo: “solo un 10% de los 250.000 que hay en Francia, entraron de forma ilegal”.
Como les queda claro, Francia no es España.
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